sábado, 22 de noviembre de 2008

TrEs PaLoS

Mujer. La madre despertó una hora después de lo que debía y hacía habitualmente. Motivos. El reloj había desaparecido en extrañas circunstancias. Saltó con rapidez hacia su ropa. Puso sus zapatos al revés; se los sacó y los cambio de pies. Mi cara, por dios. Metió el cepillo el cepillo en su boca y comenzó a moverlo, mientras tanto ponía el hervidor y una mitad de pan a tostar. Mierda, no está la tostadora, y se le caía la espuma de la boca al piso. En dos minutos después ya estaba lista. Quiso sentarse por diez segundo en su living, por lo que se paró en el lugar vacío donde debería haber estado éste. Lloró. Ayúdame por favor, sálvalo y tomó su cartera desteñida de los 90. Al abrir la puerta, estaba frente a frente con el mostro de su hijo.

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